Cómo potenciamos el talento.

- Maestro, tengo un problema con mi hijo. Me trajo una alta calificación en dibujo y una pésima calificación en matemáticas.
- ¿Qué harás? – dijo el maestro.
- Lo pondré de inmediato a tomar clases particulares con un profesor de matemáticas.
- Necio! Ponlo de inmediato a tomar clases particulares con un profesor de dibujo.
Microrelato de Alejandro Jodorowsky
A menudo muchos padres centran toda su atención y energía en solucionar el área menos desarrollada de los niños, o en la que presentan más problemas. Es lo correcto apoyarlos, darles herramientas para que logren avanzar.
Pero quienes se enfocan exclusivamente en las carencias de sus hijos, cometen un serio error. Por qué? Porque es nuestra obligación como progenitores proporcionar también todas las herramientas que eleven a nuestros hijos por encima de sus posibilidades, valorar sus habilidades y respetar sus gustos.

No siempre aprendemos ésto in situ. A muchos padres les pasa que toman consciencia cuando sus hijos son adultos y reciben "reproches" de no haberlos conducido por el camino de su elección, de no tomar en cuenta sus talentos o de haberles obstaculizado la vocación.

Mi experiencia con mi hijo mayor
No voy a engañarte y decirte que tenía todas las respuestas, sobre todo cuando una mujer se convierte en madre a temprana edad y "hace lo que más o menos le dicta su experiencia sobre la vida". Pero sí he de decirte que siempre tuve mucha intuición y que mi propia experiencia con respecto a mis necesidades como hija tuvieron que ver en cómo sería yo con mis propios hijos. (Siempre eso pesa)
La cuestión es que mi hijo desde preescolar ha tenido una inclinación muy fuerte hacia el dibujo. Todas sus producciones desde bien temprano, destacaban.
En cuanto comenzó la educación primaria lo inscribí en una academia de arte. Tenía verdadera devoción por dibujar y pintar. No sólo eso, me daba cuenta de su gran talento.
Siguió brillando en su elección, así que el bachillerato lo hizo en un instituto de artes plásticas.
Su última decisión académica fue en la Escuela de Arte, donde realizó su formación como Ilustrador.

A veces me pregunto qué hubiera pasado si no hubiera tenido la oportunidad de tener disciplinas artísticas en su colegio. (Mi hijo menor ya no cuenta con la asignatura de plástica, y está en quinto curso de primaria.)
Pero también sé que le facilité todo lo que estuvo en mi mano para que brillara, lo siguiente es tarea suya, pero me alegra enormemente haber respetado sus gustos, no intentar moldear sus decisiones o hacerle ver la inutilidad del arte como salida laboral.
Creo que ahí reside la inteligencia emocional parental. Aceptar los gustos de nuestros hijos, darle la bienvenida a sus talentos y siempre, siempre, bajo todo concepto, animarlos a cumplir sus sueños y seguir el sendero de su realización personal.

Te dejo una de sus ilustraciones, juzga tú mismo.


Ilustracion cuento Truman Capote "Un árbol en la noche"

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