Mindfulness y Aceptación

Imagina que ves el mundo a través de unas gafas. Cuando no te gusta lo que ves, procuras regular el lente hasta que se adecue a la vista con la que te apetece encontrarte. 
De este modo no estás aceptando la realidad tal y como es, uno de los principios fundamentales que poseen las personas emocionalmente inteligentes.

La aceptación vendría dada cuando ajustas el lente para enfocar lo que ves, observando sin intervenir ni teñir el cristal del color que te satisfaga. 
Si no hay aceptación, tu lente distorsiona la realidad provocandote sufrimiento emocional.
La aceptación no es conformarse ni resignarse. La aceptación es acción, tomar conciencia y abrirse a las experiencias del presente.

Pautas para ejercitar la Aceptación:

Aceptar el pasado: 
- Asumir, sin condiciones, lo que sucedió (así como sus consecuencias inevitables): implica no lamentarse, no crear resentimiento, y no tratar de corregir el pasado.
- Hay que cerrar cuentas con los momentos ya pasados. Clausuramos la experiencia pasada y cerramos cada momento anterior. Debemos asumir lo inamovible del pasado.
- No almacenar deudas emocionales (lamento, rencor, resentimiento, odio) ya que crean bloqueos mentales difíciles de disolver.
- Evitar arrastrar las emociones en el tiempo: supone soltarlas en cuanto lleguen, sean más o menos agradables.
- Lo que sucedió ya no existe; hubo una oportunidad para actuar y ya pasó.

Aceptar el presente:
-Hemos de aprender a entregamos al instante: Aquí, Ahora, Así. 
- Si procuramos no oponer resistencia al fluir de la vida, es posible llegar a abrazar el Presente, sin juzgar la experiencia del aquí y el ahora.
- Aceptar lo que está sucediendo ahora significa NO QUEJARSE
- Se trata de saborear y exprimir el jugo del presente:
1. Maravillarse del espectáculo de la vida.
2. Tener conciencia plena del momento.
3. Accionar-Actuar si hay que hacerlo.
4. Dejarlo pasar sin apegarse.

Aceptar el futuro:
- Abrirnos sin condiciones a la incertidumbre del futuro es aprender a no esperar nada en concreto; en realidad, es el reflejo de la ausencia de miedos.
- Generar una apertura incondicional hacia el futuro significa:
           Abandonar el Guión emocional de nuestro ego.
           Avanzar sin temor ni anhelo: siendo conscientes no hay miedo al futuro.
           Permanecer con curiosidad y admiración ante lo que nos sucede.
- Podemos, naturalmente, planificar cognitivamente lo que vamos a hacer, pero no debemos apegarnos emocionalmente al resultado, ni obcecarnos en la forma en que desearíamos que sucedieran las cosas.
- Hasta que no aceptemos que el futuro llegará, no puede haber nada nuevo y sólo tendremos pasado.
- Evitar las expectativas y librarse del afán de logro. Resulta paradójico pero el deseo de alcanzar cualquier logro mental, impide alcanzarlo por el desconcierto que provoca esa exigencia frente a la realidad.

Las directrices generales que solemos emplear para un proceso de Aceptación son:
- El Pasado Lo que sucedió ya no existe
- El Presente Prestar atención plena a este momento
- El Futuro Permanecer con curiosidad y desapego

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